NEGOCIACIÓN VS. COBRO JURÍDICO: ¿QUÉ OPCIÓN ES MEJOR PARA RESOLVER UNA DEUDA?

Cuando enfrentamos una deuda incobrable, suelen pasarnos dos opciones por la mente casi de inmediato: ¿es mejor negociar o recurrir a un cobro jurídico? Tomar esta decisión puede ser un desafío, ya que implica evaluar tanto las soluciones prácticas como el impacto en la relación con el deudor. En este artículo, exploraremos ambos enfoques, sus ventajas, desventajas y cómo elegir el que mejor se adapte a tus necesidades.

¿En qué consiste la negociación para resolver deudas?

La negociación es un enfoque amigable y colaborativo que busca llegar a acuerdos con el deudor sin recurrir a procedimientos legales. En este método, ambas partes trabajan juntas para llegar a una solución beneficiosa para ambas partes, ya sea a través de reestructuración de pagos, descuentos, o una extensión de plazos.

Ventajas de la negociación

Menor costo económico y emocional **

La negociación evita los gastos legales y procesos largos, permitiendo resolver la situación en un tiempo menor y con menos estrés.

Mantener relaciones comerciales

Negociar permite preservar una relación positiva con el deudor, lo que puede garantizar futuras interacciones comerciales.

Alta flexibilidad

Las condiciones se pueden ajustar según las capacidades financieras actuales del deudor.

Desventajas de la negociación

No siempre funciona **

Algunos deudores pueden interpretar esta opción como una señal de debilidad y no estar dispuestos a cumplir con el acuerdo.

Falta de garantías legales

Si el deudor incumple el nuevo acuerdo, tendrás que empezar de cero o recurrir al cobro jurídico.

Ejemplo práctico de negociación

Supongamos que tienes una pequeña empresa de distribución y uno de tus clientes lleva meses atrasado con un pago grande. En lugar de recurrir de inmediato a vías legales, decides ofrecerle un descuento si liquida el 60% de la deuda en los próximos 15 días. Acepta la propuesta porque realmente desea resolver la situación rápidamente, y obtiene los fondos de un préstamo personal. Tu empresa recibe el dinero y ambos mantienen la relación comercial en buenos términos.

¿Qué implica el cobro jurídico de deudas?

El cobro jurídico, por otro lado, consiste en emprender acciones legales para recuperar una deuda. Esto puede incluir demandas formales, órdenes de embargo, o conseguir un fallo judicial que obligue al deudor a pagar.

Ventajas del cobro jurídico

Fuerza respaldada por la ley **

Un fallo judicial proporciona herramientas coercitivas, como el embargo de bienes o cuentas bancarias.

Disuasión para futuros incumplimientos

Este enfoque establece un precedente claro de que no tolerarás retrasos, lo que puede minimizar futuras deudas incobrables.

Recuperación total de la deuda

Aunque lento, el cobro jurídico puede garantizar que recibas el monto completo adeudado.

Desventajas del cobro jurídico

Costos elevados y duración prolongada

Implica gastos significativos en abogados, procesos judiciales y tiempo considerable.

Riesgo de la reputación

Demandar a un cliente puede dañar tu reputación y afectar percepciones externas.

Posibilidad de que el deudor no tenga bienes **

Si el deudor no tiene activos a su nombre, los procedimientos judiciales no pueden garantizar el pago.

Ejemplo práctico de cobro jurídico

Eres asesor financiero y trabajas con un cliente que lleva un año sin pagar por tus servicios. Después de intentos fallidos de comunicación, decides proceder legalmente. Contratas a un abogado especializado en cobros y demandas al cliente. Tras varios meses de juicio, obtienes una orden de embargo sobre sus cuentas bancarias y logras recuperar el monto total adeudado.

¿Cómo decidir cuál opción es mejor para ti?

Elegir entre negociación y cobro jurídico dependerá de una serie de factores clave:

1. La cantidad adeudada

Si la deuda es pequeña, la negociación suele ser más razonable para evitar costos legales. Para montos significativos, puede ser imprescindible recurrir al cobro jurídico.

2. La relación con el deudor

¿Es este cliente un socio comercial valioso? ¿Quisieras mantener una buena relación? Si la respuesta es sí, la negociación puede ser la mejor opción.

3. El perfil del deudor

Evalúa si el deudor tiene la intención y la capacidad de pagar. Si no responde o tiene un historial de compromisos incumplidos, el cobro jurídico podría ser más efectivo.

4. Urgencia de la recuperación

Si necesitas el dinero de inmediato, es posible que negociar una solución rápida sea mejor que esperar meses o años para que se resuelva un procedimiento judicial.

Conclusión: El arte de la decisión para tu negocio

Al final, decidir entre negociación y cobro jurídico no solo es una ecuación matemática, sino también un reflejo de tus valores como emprendedor y cómo deseas gestionar tus relaciones comerciales. Ambas opciones tienen su lugar, dependiendo de las circunstancias.

¿Aún no estás seguro de qué camino tomar? Consulta con un asesor financiero o legal para recibir orientación personalizada sobre tu caso.

Recuerda, no todas las deudas son iguales. Saber cuándo optar por un enfoque amigable o un proceso legal puede marcar la diferencia entre recuperar lo perdido y perder aún más. ¡Evalúa, actúa y sigue fortaleciendo tu negocio!